Caja de la gratitud
No sé si recordáis que a principio de curso, mi madre, que me veía tan ilusionada con la decoración del aula, me regaló una caja muy bonita, en forma de libro, con uno de esos búhos que me encantan para el cole. Decidí que la guardaríamos para algo especial, pero todavía no le había dado el uso que merecía (por ahora guardábamos los cromos repetidos de nuestro álbum).
Hacía días que le daba vueltas a una idea, y hoy se la he presentado a mis alumnos. Hace ya tiempo que decidí que quería rodearme de cosas bonitas. Siempre se lo digo a mis peques. Lo que entra por nuestros sentidos, nuestras sensaciones, influyen en nuestro estado de ánimo. Cuido la decoración y el orden del aula y pido un ambiente tranquilo porque pasamos muchas horas al día en ese espacio que es nuestro, y quiero que nos sintamos a gusto. Lo mismo pasa con las personas de las que nos rodeamos y los mensajes que recibimos a diario. He aprendido a rodearme de la gente que me hace sentir bien y huir de las personas tóxicas. Intento no estresarme, no enfadarme; simplemente, si una persona no me suma, tiro hacia otro lado. Y así con todo :-) Creo que cada vez me aplico más eso de "Be water, my friend". Y la verdad es que vivo más relajada y soy más feliz.
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