Emocionario: VERGÜENZA

Retomamos nuestro Proyecto Emocionario, después del padrón navideño, con una emoción que trabajamos antes de las vacaciones, pero que no había tenido ocasión de contar todavía por todas las actividades extras que hicimos y que quería detallar en el blog. Así que esta semana habrá dos entradas del emocionario: la de hoy y la de la emoción correspondiente a esta semana.

En cuanto mis alumnos vieron la ilustración, tuvieron clarísimo de qué sentimiento se trataba. Y es que no me digáis que la imagen no es explícita...




Además de reírse a carcajadas al ver la ilustración, mis niños levantaron la mano porque todos querían decir qué sentimiento era: la vergüenza.

Vimos en la sesión anterior, al trabajar el remordimiento y la culpa, que cuando somos conscientes de que hemos cometido una falta, podemos experimentar vergüenza. También la podemos sentir cuando creemos que se van a burlar de nosotros. O cuando una situación es nueva, cuando nos sentimos expuestos, observados o que están pendientes de nosotros.

La vergüenza aparece por sorpresa, y suele ser bastante indiscreta, ya que tiene la manía de decirles a los demás que somos conscientes de que la sentimos: hace que nuestro rostro se enrojezca. Además, suelen ser usuales otros signos corporales: vista caída, cabeza baja... Y que los demás sepan que estamos avergonzados, puede provocarnos, además, inseguridad.

También podemos sentir vergüenza por lo que hace otra persona. Es lo que llamamos vergüenza ajena, ¡aunque mis niños nunca habían oído hablar de ella! Pusimos ejemplos de ello, como cuando los papás o hermanos mayores sienten vergüenza por una rabieta que está montando en público el pequeño de la casa. ¡Y cuanto más nos miran, más vergüenza!

Al contrario que el remordimiento, que es un sentimiento interno que nos genera malestar cuando hacemos algo mal, la vergüenza se refiere a los demás, su carácter social es patente, ya que sentimos vergüenza ante la exposición delante de otros. Si robo una canica a un compañero, sentiré remordimiento, pero si me descubren y me llaman la atención por la falta cometida, además sentiré vergüenza.

Por otra parte, la desvergüenza sería la "falta de vergüenza", y lo pongo entre comillas porque habitualmente los términos "desvergonzado" o "sinvergüenza" se emplean para designar a personas que hacen alguna insolencia, que son descaradas o maleducadas.

Fue una sesión muy cómoda y fácil de llevar, ya que el tema de la vergüenza era algo que tenían bastante claro, y no tuve que explicarles demasiado. Ellos solos contaban muchísimas anécdotas y ponían ejemplos con facilidad de todo lo que hablábamos.

En cuanto a sus experiencias, se animaron a contarnos situaciones en las que sintieron vergüenza los siguientes alumnos:

  • Marc siente vergüenza cuando sus padres le presentan a alguien desconocido y le piden que se haga su amigo. Pero ¿a que al poco rato se te pasa?
  • Carlos S. siente vergüenza cuando su hermano le ve desnudo. Eso tiene que ver con el pudor, con querer preservar la intimidad, y está muy relacionado con la vergüenza (como la ovejita de la ilustración, que se siente desnuda después de ser esquilada). Varios alumnos pusieron ejemplos similares: Eric, que dijo que sentía vergüenza cuando su hermano le ve cuando se baña, o Luis que dijo que sentía vergüenza cuando su hermana le veía el pito. También Bruno dijo que sentía vergüenza cuando su hermano le baja los pantalones y le ve el culo. En cambio, a Óscar, eso de bajarle los pantalones se lo hace su abuelo. En casa, es mi marido quien le baja los pantalones a nuestro hijo pequeño (3 años) mientras le dice: "¡un culo!". Sólo que él no siente vergüenza, sino que se muere de la risa.
  • David, Toni y Joshua dijeron que nunca habían sentido vergüenza. "¿Entonces son unos sinvergüenzas?", me preguntaron los demás. No, no es eso. Yo creo que es que ahora no recuerdan ni identifican ninguna situación en la que hayan sentido vergüenza, pero seguro que han vivido más de una...
  • Lola nos comentó que sentía vergüenza cuando su hermano pequeño se tira al suelo porque está enfadado. ¡Claro! ¡Las rabietas de las que hablábamos! ¡Todo un clásico!
  • Claudia siente vergüenza cuando una amiga suya hace de cabra y se tira al suelo. ¿Pero imitando a una cabra o simplemente "hace el cabra"? En cualquier caso, Claudia, que es muy formalita, siente vergüenza con la actitud de su amiga ;-)
  • Marco sintió vergüenza el primer día de clase, ya que era un cole nuevo para él. Es muy habitual en este tipo de situaciones, aunque tengo que decir que Marco camufló muy bien su vergüenza. Si no llego a saber que venía nuevo este curso, nunca lo hubiera adivinado por su actitud. Se integró muy rápidamente ¡y parece que lleve en el grupo desde siempre!
  • Biel nos contó que siente vergüenza cuando vienen sus primas. No las ve muy frecuentemente, y son mayores (unos 19 años). De nuevo, es una situación bastante común en la que uno siente vergüenza.
En fin, como he dicho antes, fue una sesión facilita y que entendieron perfectamente. ¡Ya son 15 las emociones trabajadas y cada vez tenemos más vocabulario!

¡En unos días, más!

* Aunque yo no voy a utilizar las fichas de actividades porque mis alumnos son muy pequeños, aquellos que trabajéis el emocionario con niños de más edad, disponéis de unas fichas de trabajo preparadas para realizar después de cada emoción. Aquí podéis descargar la ficha de la vergüenza.

Aquí si quieres adquirir el libro Emocionario.


CONVERSATION

11 comentarios

  1. Que gran ejemplo con tus niños de clase, para mi y mi hijo en casa. Te seguimos y practicamos. Un beso y gracias. Sigue así.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Es muy gratificante recibir comentarios como este.
      ¡Un abrazo!

      Eliminar
    2. Perdona però les fitxes que anomenes pera quina edat són? i on les puc trobar?

      Eliminar
    3. Hola!!!! On es troben aquestes fitxes i per a quina edat serien bones??

      Eliminar
  2. Hola Elena me llamo Pepa y sigo tu blog por varias razones. Me parece que vives con pasión y alegría tu trabajo, esto me parece muy contagioso. Pones corazón y esto me parece necesario. A todo esto hay que sumarle que eres muy generosa y lo compartes, a mi personalmente me resulta inspirador. Salvando las distancias me siento casi como un peke de tu clase, espero la entrada en el blog con interés. Te digo todo esto y se de lo que hablo, yo también trabajo en la educación. MI trabajo tiene que ver con el Arte y las Emociones. Si te apetece te invito a que veas esta entrada (de mi incipiente blog) donde Nerea de 4 años nos da una lección sobre las emociones y su representación.https://pepaeduca.wordpress.com/2015/01/20/una-maestra-emocional-de-4-anos-nerea/
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Pepa. Muchas gracias por tu comentario.
      He visitado tu post y me ha encantado. Precioso, por cierto, tu trabajo. Y grande, muy grande, Nerea.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Gracias por esta magnífica experienca. La estamos trabajando en el aula y sin duda, una de las mejores de mi vida profesional. La insertamos en el área de Lengua, trabajando con ella la expresión oral y escrita. Cómo captan las emociones! cómo las expresan! Indescriptibles los cuentos maravillosos que están creando a partir de ellas. Nunca suficiente agradecida, Elena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Dunas. Muchísimas gracias por tu comentario. Me alegra mucho que estéis teniendo una experiencia tan gratificante. Lo cierto es que no conozco ninguna que no lo sea, y es que los chicos son maravillosos ¡y siempre nos sorprenden!
      Un abrazo muy fuerte.

      Eliminar
  4. precioso¡ me encanta leer tus historias

    ResponderEliminar

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *