Manual para soñar: ADEREZO PARA UN SUEÑO

Ya estoy aquí de nuevo. Hacía una semana que no publicaba y es que la verdad es que este año me está costando un poco seguir el ritmo del blog. Este fin de semana he tenido 3 días de formación del especialista universitario que estoy realizando, y a la vuelta he tenido que dedicar varios días a realizar unos trabajos relacionados con los estudios. Pero bueno, ¡ya estoy aquí! A ver si voy recuperando sesiones atrasadas del Proyecto Entrénate para soñar porque aunque hoy os cuente esta sesión, Aderezo para un sueño, yo en clase ya he realizado varias más. En el cole no me cuesta seguir el ritmo, ¡es luego encontrar el tiempo necesario para compartir la experiencia!

Cerramos hoy el primer capítulo de este proyecto con la última sesión destinada a responder al interrogante global: ¿Cuál es tu sueño?


La primera semana, con Sueños de alas y plumas, vimos que todas las personas son diferentes, y que cada una tiene su propio sueño. También conocimos cómo Amelia y Enid consiguieron sus sueños. La segunda semana, con Ideas que hacen cosquillas, experimentamos cómo pensar en algunas de esas ideas, proyectos o deseos, nos hace cosquillas en el alma. Y conocimos el sueño cumplido de May. La tercera semana, con Más que un capricho, vimos que los sueños, al contrario de los caprichos, perduran en el tiempo con la misma intensidad o más. Y exploramos el sueño de Anna. La cuarta semana, con Tuyo, tuyo y solo tuyo, vimos lo importante que es que ese sueño sea realmente nuestro. Y conocimos el sueño de Victoria. Y la semana pasada, con Macedonia de emociones, estuvimos explorando la excitante mezcla de emociones que nos producen nuestros sueños.

En la sexta sesión, descubrimos que para alcanzar un sueño se necesitan algunas cualidades. Para cuidar bien un jardín, por ejemplo, se necesita constancia. Para ser socorrista, nos vendrá bien un poco de resistencia. Para hacer malabares, necesitaremos coordinación. Y para cocinar, ¡nos vendrá fenomenal un poco de creatividad! 

Y llegados a este punto es cuando empezamos a explorar el libro Valores de Oro, que nos presenta 22 cualidades que resultan útiles para alcanzar cualquier sueño, utilizando como hilo conductor las infancias de 11 futbolistas. En la primera sesión conocimos al futbolista Lev Yashin, y de su mano aprendimos la diligencia y la perspicacia. En breve os contaré esa sesión, y a partir de ahora iremos alternando sesiones del Manual para soñar y de Valores de Oro, que juntas conforman el Proyecto Entrénate para soñar.

Siguiendo con la sesión, les pregunté a mis alumnos si, después de las sesiones realizadas hasta ahora, habían podido definir su sueño. La mayoría dijeron que sí, que ya tenían un sueño claro. El resto no se había acabado de decidir, sin embargo, no partían de cero. Después de todos los ejercicios realizados durante estas semanas, tenían varias opciones en mente. Les pedí que pensaran sobre ello y que eligieran uno, porque a partir de ahora se centrarían en un único sueño para continuar el proyecto. Pero no debían preocuparse, ¡si más adelante cambiaban de opinión, no pasaba nada! Entonces, analizaron algunas de las cualidades que les vendrían bien para alcanzarlos y pusimos algunas de ellas en común. Los sueños de unos y de otros eran muy diferentes. Por tanto, algunas cualidades se repetían, pero otras eran muy distintas :-)

Después estuvimos reflexionando sobre las siguientes preguntas: ¿Creéis que podríais alcanzar vuestro sueño hoy? ¿Y mañana? ¿Estáis dispuestos a luchar para conseguirlo? Ahora que estoy estudiando el arte del coaching, no puedo desaprovechar el poder de las preguntas. Se dieron cuenta de que tan rápido no podrían conseguirlo. Necesitaban luchar y, entre otras cosas, adquirir algunas cualidades. Después de pensar sobre ello, les dije una de esas frases que quiero que graben en su disco duro para siempre: "Todos tenemos los recursos que necesitamos, o podemos crearlos". Se trata de una presuposición fundamental de la PNL (Programación Neurolingüística) que recoge el coaching  como creencia potenciadora. En este caso, mis alumnos pueden mejorar o aprender aquellas cualidades que necesitan para alcanzar su sueño. ¿Del 1 al 10, cuál es vuestro nivel de compromiso para adquirirlas o mejorarlas? ¿Qué os impide que sea un 10? Ahí lo dejo para reflexionar...

Y quien tuvo que desarrollar muchas cualidades fue nuestra protagonista de esta semana. Jeannie Epper nació en California, Estados Unidos, en 1941. Cuando tenía 9 años, los productores de una película necesitaban rodar una escena difícil: una niña bajando un camino a lomos de un caballo desbocado. Jeannie era la única niña del lugar que montaba a caballo lo suficientemente bien como para rodar esa escena, en la que debía parecer que el caballo estaba fuera de control y la niña muerta de miedo. Disfrutó tanto de rodar la escena, que se convirtió en especialista de cine, ejecutando todo tipo de acrobacias y acciones arriesgadas en más de 100 películas. ¿Qué cualidades tuvo que desarrollar Jeannie? Pues seguro que muchas físicas, como la fuerza, el equilibrio, la coordinación... pero también mentales como, por ejemplo, el valor y la concentración. Muy pocas personas se atreverían a hacer su trabajo. ¿Y cuál fue su grado de compromiso para conseguirlo? ¡Sí, un 10!

Aquí tenéis un tráiler de un documental sobre dos grandes especialistas de cine: Jeannie Epper,  nuestra protagonista, famosa por su papel en La Mujer Maravilla (Wonder Woman) y Zioe Bell, que interpretaba a Xena en las escenas peligrosas y difíciles.


Y las fichas a realizar correspondientes a esta sesión son las páginas 11 y 12 del cuaderno de sueños, que podéis descargar aquí. Esta semana se propone a los niños un ejercicio de habilidad y una posterior reflexión sobre las cualidades que deben adquirir. ¡Y luego tienen que anotar las cualidades que necesitan para alcanzar su sueño!

Nos vemos la semana que viene con Sí... pero no.



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