Emocionario: ASCO

Hoy quiero hablaros de una emoción básica que trabajamos hace unas semanas en el Proyecto Emocionario, el asco. Como siempre, empecé mostrando a mis alumnos la ilustración del libro.






Aunque fue Carlos S. quien adivinó a la primera que se trataba del asco, tenía a casi toda la clase con la mano levantada. ¡Todos querían decirlo! Y es que el asco es bastante fácil de identificar. No sé si recordáis cuando os hablé de la película de Disney que se estrenará el próximo verano, Intensa-mente. En la mente de Riley, la niña protagonista, se encuentran 5 personajes que representan 5 emociones básicas, y les vemos en plena acción, interaccionando entre ellos, en las diferentes situaciones a las que se enfrenta Riley. De todos los personajes, el que más me llamó la atención fue Disgust (asco/repugnancia).


No me digáis que su cara no es todo un poema. Me encantará ver cuál es su papel ante las diferentes situaciones que se vayan presentando, y cómo afecta al comportamiento de los protagonistas.

El asco es el desagrado o disgusto que nos causa algo que consideramos repugnante. Aunque solemos asociarlo a estímulos sensoriales (cosas que nos repugnan por su sabor, olor, tacto...), también podemos sentir rechazo ante un acontecimiento psicológico o valores morales repugnantes.

Todo el mundo siente asco hacia algo, pero está influido por prácticas culturales y por el aprendizaje de los que nos rodean. Por ejemplo, en otra cultura podrían invitarnos a cenar ofreciéndonos su comida más preciada: ensalada de insectos. Manifestar nuestro asco podría despertar su hostilidad.

No voy a contaros mucho más sobre el asco. En otras ocasiones, intento dar algunas pautas (cómo ayudar a tratar los miedos, la timidez...), pero en el caso del asco, creo que no hay mucho que decir. Ni siquiera se sabe con certeza qué función evolutiva cumple el asco (al contrario que el miedo, que vimos que es un mecanismo de supervivencia y de defensa). Algunos científicos sostienen que el origen de la emoción radica en una reacción defensiva contra determinadas sustancias incomestibles. Vamos, para evitar aceptar alimentos que puedan resultar nocivos para nuestro organismo.

Como curiosidad, os diré que en todas las personas se da la misma manifestación del asco: la nariz se arruga y los labios superiores se elevan, mientras que las comisuras descienden. Cuando el asco es muy fuerte, la lengua sale ligeramente de la boca. ¿A que habéis puesto cara de asco para ver si es verdad? ;-) Otras consecuencias del asco pueden ser las náuseas, vómitos, sudores, descenso de la presión sanguínea ¡y hasta desmayos!

Y a mis niños ¿qué les da asco? Nos centramos, como siempre, en nuestras propias experiencias para profundizar en la emoción. Estas fueron sus intervenciones:

  • Bruno: "Un día mi primo me retó a comerme el culo de una hormiga. Y me lo comí. Estaba bueno y picantito. No me dio asco la hormiga, pero sí pensar si estaba haciendo caca". Vaya, curiosa experiencia, Bruno. A mí sí me hubiera dado asco comerme la hormiga, independientemente de que estuviera o no haciendo caca, pero en otras culturas las hormigas se consideran un manjar...
  • Pablo C: "A mí me da asco la coliflor y el brócoli". Algún compañero comentó al instante: "Pues a mí el brócoli me encanta". Así que, como ves, Pablo, para gustos, colores.
  • Keyla: "Me dan asco las verduras". Bueno, a mí de niña también me pasaba. Pero con el tiempo aprendí a apreciarlas (bueno, reconozco que no todas, jeje). Seguro que comes muchísimas verduras camufladas en platos deliciosos y ni siquiera eres consciente. Verás que con el tiempo te van gustando, aunque quizás tu plato favorito nunca será una alcachofa hervida... Así que ya sabéis, no durante toda la vida nos dan asco las mismas cosas.
  • Claudia: "Me dan asco los insectos y los bichos que están aplastados". Pues no me extraña, Claudia. Si un bicho ya es asquerosillo de por sí, ni te digo todo chafado... ¡Puaj!
  • Biel: "En un episodio salía un exterminador de bichos, en un comedor donde había muchas ratas. Las pillaba con una cosa y decía: ¡Ay, qué asco!. A mí también me daba". Claro, ratas, un clásico entre los elementos que dan asco...
  • Marco: "Un día en mi hotel había muchas cucarachas, mi madre pisó una y me dio mucho asco el ruido". ¡Vaya! ¡Otro clásico! Ratas y cucarachas... A cuál peor. Y si encimas las pisas... ¡Pues se convierten en el bicho aplastado que comentaba Claudia! ¡Me recorre un escalofrío por el cuerpo sólo de imaginarme el ruido!
  • David: "Cuando mi perro se hace pipí en mi pie y si piso una caca". Sí, los excrementos son otro clásico del asco.
  • Nico: "Un día, en mi casa teníamos un ratón, una rata y una cucaracha. Las mataron, las pusieron todas juntas y olían a vomitado". ¡Madre mía! ¡Ratón, rata, cucaracha y vomitado en el mismo relato! ¡Esto es el colmo del asco!
  • Suyay: "A mí me da asco la basura". Pues sí, y el asco va en aumento cuanto más tiempo lleve acumulada la basura. ¡Y no hablemos si contiene restos orgánicos en pleno proceso de descomposición!
  • Teo: "En Bulgaria un día vi con mi primo un ratón, y se lo íbamos a enseñar a mi abuela. Y yo lo tenía que coger de la cola. Y me dio asco". Me imagino la escena con el pobre ratón colgando de la cola y Teo cogiéndolo con repelús...
  • Lola: "A mí me da asco un compañero que lleva un moco pegado en la cara". Bueno, eso le puede pasar a cualquiera. Lo que tienes que hacer es el típico gesto incómodo simulando que te lo retiras, para ver si lo pilla...
  • Eric: "Lo mismo que David". ¡Vaya con vuestros perritos meoncetes! ¿O es pisar una caquita en lo que coincides? Desde luego, es asqueroso, además de embarazoso. ¡A quién no le ha pasado! Y a ver cómo sales dignamente de la situación, sin ir soltando un tufillo sospechoso hasta que te puedes cambiar el zapato...
  • Toni: "Cuando vomito y lo veo me da asco". ¡Y a quién no! ¡A mí me da asco antes de verlo, cuando empiezan las náuseas!
  • Joshua: "Un gato se hizo pipí en la cabeza". ¿En tu cabeza? ¡Qué horror!
  • Pablo S: "Nada". Y yo: "¿Nada?". Y él: "No". Y yo: "¿Nada? ¿Ni las ratas, ni las cucarachas, ni los excrementos, ni los vómitos? ¿Nada?". Y él: "No". ¡Jo, chico, qué estómago! Aunque al cabo de un rato dijo: "Bueno, sí, las tuberías". Algo es algo :-)
  • Luis: "Lo mismo que tú". O sea, yo. Y es que antes había comentado que a mí me daban asco los pedetes, los eructos y el olor a sobaquillo (pensando en esas cosas un poco asquerosillas que a veces puedes percibir en una escuela...).
  • Carlos S: "Un día, en un episodio de Gumball, como es un poco tontito, se metía en una tubería y bebía agua de la tubería. Y me dio asco. Hasta que me tapé los ojos". Pues como para ponerse a beber agua de según qué tuberías. ¡Nos ponemos enfermos seguro!
  • Jaime: "La peli de Los Boxtrolls. Hay como unos monstruos". No conozco la peli, pero seguro que esos monstruos dan mucho asquito.
  • Marc: "Cuando a mi hermano pequeño le caen los mocos hasta la boca y digo: <¡Tiene la enfermedad calamardus!>". Jajajajaja, Marc, eres total. A mí no es que me entusiasmen los mocos, pero no es lo que me da más asco del mundo. Los tolero bastante bien ;-)
  • Óscar: "Cuando un día salí de mi casa a pasear y pasé por la basura y pensé: ¡Puaj, qué asco!". Ya, es que los contenedores de basura no huelen a rosas, precisamente...
  • Adrián: "En Spy kids 1 (es una peli) están en el agua y dicen: <El agua está más calentita>. Y otro contesta: <Es que me he hecho un pipí>. Y la chica dice: <¡Qué asco!>". Jajajaja, un tópico muy de película: el chico un guarrete y la chica una escrupulosa.
¿Qué? ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? ¿Todavía tenéis ganas de cenar?

¡Hasta la próxima emoción!

* Aunque yo no voy a utilizar las fichas de actividades porque mis alumnos son muy pequeños, aquellos que trabajéis el emocionario con niños de más edad, disponéis de unas fichas de trabajo preparadas para realizar después de cada emoción. Aquí podéis descargar la ficha del asco.


CONVERSATION

4 comentarios

  1. Hola: la ilustración que empleaste es muy sugerente para empezar con esa emoción... Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho la variedad de temas que tratas vinculados con la educación. En este momento me interesan mucho este tipo de reflexiones por lo que he creado un blog dedicado a los jóvenes y al uso que hacen de las nuevas tecnologías. Te invito a visitarlo: http://cativodixital.blogspot.com.es/ Si quieres seguimos en contacto. Yo ya me hice seguidora de tu blog.

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    1. Hola Marta,

      Estoy totalmente de acuerdo con tu opinión sobre esta ilustración :-)

      En cuanto a tu blog, me parece muy interesante y necesario en los tiempos que vivimos. Las nuevas tecnologías ya no son una opción en nuestras vidas, y menos para los jóvenes. Son parte de su día a día. Por tanto, se hace necesario educarlos en este ámbito para que hagan un uso responsable de ellas.

      Un abrazo.

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  2. Me gusta mucho tu blog he aprendido mucho acerca de las emociones

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