Emocionario: ABURRIMIENTO

Seguimos avanzando en el Proyecto Emocionario, y esta semana vamos a hablar del aburrimiento. En clase, en realidad, vamos un poco más avanzados, y es que he empezado a trabajar dos emociones a la semana para poder verlas todas antes de que acabe el curso. Yo, a mi ritmo, os las iré contando todas.



Como ya os he dicho muchas veces, mis alumnos quieren adivinar la emoción por ellos mismos, por lo que prueban con todo tipo de palabras. En esta ocasión lo intentaron con tristeza, extrañamiento, miedo, soledad...  Pero cuando prueban con alguna que ya hemos visto, el resto protesta: "¡Ya la hemos visto!". Lo digo cada semana, ¡pero es que ellos también lo hacen! Y más ahora que tenemos todas las ilustraciones colgadas en un mural, por orden, porque las miran y buscan. A veces los encuentro susurrando: "Esta es la aceptación" o "esa es la hostilidad". ¡Las reconocen todas!

Cuando llevan unos cuantos intentos y siguen desorientados, me piden pistas. En este caso, la pista fue una onomatopeya: "¡Brrr!", hice suspirando.

- "¡Cansancio!"- dijo Adrián.
- "¡Aburrimiento!"- dijo Luis. ¡Exacto, Luis! Creo que este cerdito está un poco aburrido...

Les pregunté: "¿Alguien sabe qué es el aburrimiento?". Y Nico contestó: "Cuando no sabes qué hacer".

También llamado hastío o desgana, el aburrimiento es una mezcla de fastidio y cansancio que surge cuando no hacemos nada o cuando lo que hacemos no nos satisface.

Una curiosidad del aburrimiento es su relación con el tiempo: cuando nos aburrimos, tenemos la sensación de que el tiempo va más lento. ¡Se estiiiiiiiira! Un ejemplo típico en los niños es que nos pregunten muchas veces la hora: "¿Qué hora es?". Y al cabo de tres minutos: "¿Qué hora es?". Y al cabo de otros dos: "Y ahora, ¿qué hora es?". Y nosotros: "¡Pues qué hora va a ser! ¡Un minuto más que hace un momento!". Pero que tire la primera piedra quien no haya mirado repetidamente el reloj en según qué situaciones que parece que no acaban nunca. Y de manera contraria, cuando lo estamos pasando fenomenal, el reloj parece que ha puesto el turbo. "¿Yaaaaaaa?". Me encanta cuando acabamos una sesión o toca ir al patio y los niños preguntan: "¿Ya es la hora?". ¡Buena señal!

Otro aspecto que tiene el aburrimiento es que parece que va disminuyendo con la edad. Cuando yo era pequeña y decía que me aburría, mi madre me contestaba: "¡Pues yo no tengo tiempo de aburrirme!". Y qué razón tenía. Yo, hoy por hoy, tampoco tengo tiempo de aburrirme. Creo que el día tendría que tener unas 104 horas para que pudiese llegar a aburrirme. Y, en el caso de quedarme sin cosas que hacer, no lo vería como aburrimiento, sino como relax. ¡Qué ganas de "tirarme a la bartola"!

Como siempre, el aburrimiento crónico es tan insano como el estrés. No se puede vivir sin motivación, que es lo que nos lleva a movernos y conseguir objetivos. Una forma de vencer el aburrimiento es lanzar ideas que nos despierten la ilusión.

De todas formas, os recomiendo leer este artículo que explica perfectamente por qué el aburrimiento es bueno en los niños. Hoy en día, solemos tener a los niños hiperocupados, con todo su tiempo planificado con diferentes actividades y, cuando no es así, les ofrecemos entretenimientos tecnológicos. Pero lo cierto es que los niños necesitan toparse con tiempo no estructurado, en el que tengan tiempo de explorar su mundo interno y externo, que es el principio de la creatividad. Tendrán que imaginar, crear e inventar, además de que podrán descubrir sus propias pasiones. También  es esencial para los niños tener la experiencia de decidir por sí mismos cómo usar los periodos de tiempo no estructurados, o nunca aprenderán a manejar bien su tiempo. El artículo, además, propone una idea genial: el tarro del aburrimiento. Un bote lleno de ideas escritas en trozos de papel. Si el niño se aburre, debe coger tres papelitos y escoger una de las propuestas. Y tranquilos, que hay muchísimas propuestas. Y, por supuesto, podéis añadir las vuestras, en función de las características de vuestros hijos y de vuestras propias posibilidades. En fin, que creo que es un buen artículo para quien quiera lidiar con el aburrimiento de sus hijos :-)

¿Y qué experiencias tienen mis niños con el aburrimiento?

  • Óscar: "Un día vi una peli y entonces otro día la volví a ver y me cansé de ella. Y me sentí aburrido". Eso es que no es tu peli favorita. Durante una buena temporada de mi infancia, me pasé las tardes de los viernes viendo Sonrisas y lágrimas. ¡Y nunca me aburrí viéndola!
  • Adrián: "Cuando había un camino muy largo y tardábamos mucho en llegar y yo me aburrí". Bueno, esto es un clásico. "¿Cuánto falta?", "¿cuándo llegamos?", "¿queda mucho?". Pues como con la hora: "¡Queda 1 km menos que hace 1 km!"
  • Keyla: "Cuando tengo que hacer los deberes de Aloha. Es un aburrimiento. Me he despuntado por eso". Vaya, está claro que no te motivaban. Sin embargo, otros niños disfrutan haciendo  esos deberes.
  • Pablo C: "Lo mismo que Keyla". "¿Y también te has desapuntado?", le pregunté. "No". 
  • Lola: "Cuando hago los deberes de Kumon". ¡Vaya con los métodos de matemáticas! Aunque Lola hace también el método de lectura. Sin embargo, Lola dice que le gusta Kumon, pero que le aburre un poco tener que hacer los deberes cada día.
  • Claudia: "Ayer, cuando estaba en casa de mi abuela, mi madre vino y dijo: Nos vamos a casa. Pero después se quedó de pie hablando con mi abuela, y habíamos estado allí una hora porque se habían distraído hablando. Y nosotras nos aburríamos porque había un apagón y no funcionaba nada". ¡Jajaja! Es que las madres y las abuelas somos tremendas. ¡Pero podíais haber usado la imaginación para aprovechar ese tiempo de apagón!
  • Teo: "Cuando juego solo al fútbol". Claro, es que el fútbol es un deporte de equipo. Igual deberías buscar alternativas de juego para cuando estés solo...
  • Giulia: "Ayer por la noche estaba viendo la tele, y mi madre me dijo que me fuera a la cama. Y cuando estoy en la cama, quiero ver más tele y me aburro". ¡Vaya con la tele! Pues yo en la cama tampoco tengo tiempo de aburrirme. ¡Será que caigo rendida!
  • Marc: "Cuando juego a la Wii, a súper Mario 3D world, cuando acabamos un nivel y yo tengo más puntos que mi hermano, me aburro de tener tantas veces la corona de campeón. Me aburro de tantas veces ganar". ¡Tremendo! Pues dale ventaja, jajaja. O busca un rival más fuerte. O, mejor, busca un juego en el que tengas que esforzarte mucho para ganarle. Y si puede no ser tecnológico, mejor.
  • Bruno: "Cuando estábamos viendo mis primos y yo una película de Harry Potter, me aburría, pero al final había una cosa que me divertía mucho". Todos hemos visto películas que no nos han entretenido nada. Si te soy sincera, yo tampoco soy nada fan de la saga de Harry Potter.
  • Marco: "Cuando le pido a mi madre que juegue conmigo, me dice que 5 minutos, y cuando pasan esos 5, me pide otros 5. Y me aburro esperando". Giulia dijo que a ella le pasaba lo mismo. Jeje, es que no sabéis la de ocupaciones que tenemos las madres. Os recomiendo un tarro del aburrimiento :-)
  • Carlos G: "Un día en la Wii, cuando mi hermana escogió el barranco champiñón, estaba harto de caerme y también de chocarme con los champiñones". Sí, es un poco frustrante eso de no pasar un nivel. Por eso yo, aunque a veces me he entretenido con algún videojuego, suelo abandonar rápido. ¡Y eso que soy muy tenaz! Pero no con los videojuegos...
  • Pablo S: "Nunca me he aburrido". Haizea, Toni y Luis dijeron lo mismo. Bueno, ¡pues será que sabéis cómo invertir vuestro tiempo!
  • Biel: "Cuando estamos en el mercado un montón de tiempo, le pido a mi madre: ¿Cuánto queda para que nos vayamos? Y me dice: Ahora... Y otra vez tenemos que estar un montón de rato". ¡No, hombre, no! Con la de cosas que hay que hacer en un mercado o supermercado, no debes aburrirte. Ayuda a tu madre a hacer la compra, lleva el carro o la cesta, aprende el nombre de nuevas verduras, carnes o pescados, calcula precios, ayuda a pagar... ¡Pero si puede convertirse en una auténtica aventura!
  • Carlos S: "Cuando iba en barco con mi tío, estaba esperando a pescar un atún, y cuando me picó, estiré y me salió un pez y era un atún. Estuve una hora para cogerlo y me aburrí tanto esperando...". Eso es porque todavía no has descubierto los encantos de la pesca. O eso dicen, que yo tampoco los conozco ;-)
  • Nico: "Un día fui a un sitio con unos amigos de mis padres y estaba muy lejos, y tardé 5 horas, y me dormí 10 horas, y me aburrí de tanto dormirme". ¿Ves como el tiempo, cuando te aburres, se estiiiiiira? Seguro que no tardaste 5 horas, y lo que te puedo asegurar ¡es que no dormiste 10! ¡Jajajaja!
  • David: "Cuando juego con el ordenador al Counter-Strike con mi padre, siempre me mata, con una metralleta, y me aburro de que me mate tantas veces". A ti te pasa lo contrario que a Marc, que se aburre de tanto ganar. Pues a ti te digo también lo contrario: ¡Busca otro tipo de juego en el que creas que vas a poder ganar a papá!

¿Y vosotros? ¿Os aburrís con frecuencia? Yo ya os digo que no tengo tiempo. ¡Siempre tengo mil cosas que hacer!

En breve, ¡una nueva emoción!

* Aunque yo no voy a utilizar las fichas de actividades porque mis alumnos son muy pequeños, aquellos que trabajéis el emocionario con niños de más edad, disponéis de unas fichas de trabajo preparadas para realizar después de cada emoción. Aquí podéis descargar la ficha del aburrimiento.


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6 comentarios

  1. Una interesante entrada.
    Felicidades Elena.
    Un abrazo

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  2. Elena, te he dejado un regalo en mi blog, puedes pasar a recogerlo cuando quieras. Espero que te haga ilusión.
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, Marisa. Te contesté en la entrada de tu blog.
      Un abrazo.

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  3. Muy interesante, gracias por compartir.

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  4. De nada, Blanca. Me alegro que te resulte interesante.

    Un abrazo.

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